Salud y Medicina (Health and Medicine ES)
¿Funciona la homeopatía?

¿Funciona la homeopatía?

Resumen:

  • La homeopatía es una forma de medicina complementaria y alternativa basada en los principios de «lo semejante se cura con lo semejante» y en la alta dilución de las sustancias activas.
  • A pesar de las extensas investigaciones, actualmente no hay pruebas científicas que apoyen la eficacia de las terapias homeopáticas en ningún contexto.
  • Por tanto, la prescripción o el uso de la homeopatía como alternativa a las terapias de la medicina basada en la evidencia puede -dependiendo del estado del paciente- prolongar la enfermedad o ser perjudicial en el peor de los casos.
Does Homeopathy work?

La homeopatía es enormemente popular en muchos países, con un volumen de la industria de cientos de millones de euros en Alemania y cerca de tres mil millones de dólares en los Estados Unidos [1]. Sin embargo, a pesar de su popularidad, el debate sobre la eficacia de la homeopatía es cada vez más controvertido y muchos profesionales médicos y científicos llegan a calificar la homeopatía de farsa [2].

En este artículo, presentamos los principales principios de la homeopatía, echamos un vistazo a la literatura científica que cubre la eficacia de la homeopatía y discutimos el impacto del apoyo continuo a los tratamientos homeopáticos en los pacientes y la sociedad.



El método homeopático fue inventado por el médico alemán Samuel Hahnemann a finales del siglo XVIII y se basa en dos principios fundamentales: «lo similar se cura con lo similar» y la alta dilución de sustancias farmacológicamente activas [3, 4]. La idea del primer principio es que las sustancias que generan determinados síntomas en personas sanas pueden utilizarse para curar los mismos síntomas en personas enfermas. Un ejemplo popular es que las cebollas provocan moqueo y, por tanto, son un remedio adecuado para el resfriado común. Este principio tiene sus raíces en la medicina de la Edad Media y todos los hallazgos de la farmacología moderna indican que no es tan sencillo. El segundo principio afirma que cuanto más se diluya una sustancia activa, más potente será el remedio. El fundamento de este principio implica ideas esotéricas como la transferencia de «energía vital» de la sustancia al disolvente a través de una agitación rigurosa del líquido, llamada «sucusión» [5]. Este principio entra en conflicto directo con principios químicos básicos como la «ley de acción de masas», que establece que sólo se puede conseguir un mayor efecto con más material, por ejemplo, sólo se puede provocar más fuego con más madera. En los compuestos homeopáticos es habitual encontrar diluciones de 1:1060 [1], lo que equivale a una molécula en unos 100 billones de veces el volumen de todos los océanos de la Tierra. Por lo tanto, la probabilidad de que un compuesto homeopático contenga al menos una molécula que no sea disolvente -por ejemplo, agua- es insignificante.

Los dos principios en los que se basa la homeopatía son intrínsecamente no científicos y, por lo tanto, no es de extrañar que la eficacia de la homeopatía como remedio para cualquier afección médica aún no se haya demostrado de la forma que se exigiría a la medicina convencional, como los antibióticos o los analgésicos [6]. De hecho, los compuestos homeopáticos suelen estar legalmente exentos de las pruebas farmacológicas estándar, como los ensayos clínicos, porque carecen de ingredientes farmacológicamente activos y, por tanto, su eficacia no puede demostrarse de forma científicamente rigurosa [7]. Incluso los estudios realizados por los fabricantes de homeopatía no han conseguido presentar pruebas convincentes hasta ahora [1] y todos los trabajos que indican la eficacia de las terapias homeopáticas han sido posteriormente retractados o desacreditados debido a una conducta científica deficiente [8]. 



El único efecto de los compuestos homeopáticos que puede demostrarse en los ensayos clínicos es el efecto placebo. Por ejemplo, múltiples estudios han demostrado que el popular compuesto homeopático «Árnica» alivia el dolor con la misma eficacia que los preparados sin sustancias farmacológicamente activas [9]. Es cierto que, en determinadas circunstancias, el efecto placebo puede servir para tratar afecciones médicas. Sin embargo, es muy poco fiable, ya que varía mucho entre los pacientes y los individuos día a día, por lo que no es adecuado como estrategia de tratamiento médico [10].

Para los pacientes individuales, el uso de la homeopatía como terapia exclusiva es, por tanto, ineficaz en el mejor de los casos y potencialmente perjudicial si se evitan las terapias eficaces y aprobadas. Además, la prescripción de homeopatía por parte de los profesionales de la medicina a pesar de la falta de pruebas de su eficacia puede considerarse poco ética y entra en conflicto directo con el juramento hipocrático. Además, el apoyo continuado a las terapias homeopáticas por parte de los seguros sanitarios -por ejemplo, en Alemania- puede llevar a desviar recursos cruciales de las estrategias de tratamiento probadas científicamente y eficaces, y da a la homeopatía la apariencia de ser íntegra [1].

Resolver estas cuestiones requerirá tiempo y esfuerzo por parte de los legisladores, los científicos y los comunicadores científicos. Un paso clave será introducir pruebas basadas en la evidencia de los compuestos homeopáticos antes de su lanzamiento (y pruebas retrospectivas de los compuestos liberados), como es habitual para todas las sustancias farmacológicas. Además, los científicos y los periodistas deberían participar activamente en el discurso público sobre la homeopatía aportando datos empíricos sobre los fundamentos y la eficacia del método homeopático. Esperemos que de esta manera podamos conseguir lo que todas las partes de esta discusión pueden acordar: una medicina segura y eficaz.

Referencias:

  1. Grams N. Homeopathy—where is the science?, EMBO Rep. 2019
    https://doi.org/10.15252/embr.201947761
  2. King A., BAD science: Homeopathy – can the undetectable cure?. British Dental Journal. 2019 https://doi.org/10.1038/sj.bdj.2018.94
  3. National Health Service UK, Homeopathy https://www.nhs.uk/conditions/homeopathy/ accessed 28.02.2021
  4. Royal Pharmaceutical Society, Homeopathy https://www.rpharms.com/resources/quick-reference-guides/homeopathy accessed 28.02.2021
  5. Kayne SB. Homeopathic Pharmacy: Theory and Practice (2nd edition), Elsevier Health Sciences. 2006
    ISBN 978-0-443-10160-1 
  6. National Health and Medical Research Council. NHMRC Information Paper: Evidence on the effectiveness of homeopathy for treating health conditions. 2015 https://www.nhmrc.gov.au/about-us/resources/homeopathy
  7. Directive 2001/83/EC of the European Parliament and of the Council of 6 November 2001 on the Community code relating to medicinal products for human use. § 21
    https://eur-lex.europa.eu/eli/dir/2001/83/oj 
  8. Guglielmi G. Peer-reviewed homeopathy study sparks uproar in Italy, Nature. 2018 https://doi.org/10.1038/d41586-018-06967-0
  9. Ernst E., Pittler MH. Efficacy of homeopathic arnica: a systematic review of placebo-controlled clinical trials. Arch Surg. 1998
    https://doi.org/10.1001/archsurg.133.11.1187 
  10. Kienle G.S. and Kiene H. The placebo effect: a scientific critique. Complementary Therapies in Medicine. 1998 https://doi.org/10.1016/S0965-2299(98)80052-6