Salud y Medicina (Health and Medicine ES)
¿Qué porcentaje de nuestro cerebro usamos realmente?

¿Qué porcentaje de nuestro cerebro usamos realmente?

Resumen:

  • El dicho de que los humanos usamos sólo el 10% de nuestro cerebro existe desde hace décadas.
  • El origen del dicho se remonta a principios del siglo XX, con muchas referencias en la cultura pop desde entonces.
  • Las investigaciones actuales demuestran que utilizamos múltiples regiones cerebrales simultáneamente para procesar estímulos.
  • Todas las regiones del cerebro están activas en cierto grado a lo largo de un día.
  • Utilizar sólo el 10% de nuestro cerebro en cualquier momento se considera ahora un «neuromito» común.

El cerebro humano es tan complejo como fascinante. Aunque a veces la neurociencia puede resultar difícil de explicar en términos sencillos, hay al menos una frase que parece ser de conocimiento común en todo el mundo: las personas solo utilizamos el 10% de nuestro cerebro. Esto ha llevado a la idea de que los seres humanos están sentados sobre un potencial desbloqueado ilimitado. En la cultura pop se pueden ver ejemplos en los que el 90% dormido se despierta para aumentar la inteligencia o adquirir superpoderes, y se ha descrito que los genios científicos de la vida real utilizan un porcentaje de su cerebro superior al del ciudadano medio.

El objetivo de este artículo es explorar cómo el concepto de utilizar el 10% de nuestro cerebro se hizo tan conocido y si las pruebas de la neurociencia moderna lo apoyan.

Aunque el origen exacto es difícil de precisar, el psicólogo de Harvard William James afirmó ya en el siglo XX que sólo se alcanza una fracción del pleno potencial mental de una persona [1]. Poco después, el valor del 10% pudo verse popularizado en anuncios publicitarios de los años 20 y en la cultura popular de los años 30, desde la ciencia ficción hasta los libros de autoayuda [2] [3]. Otra historia sobre su origen afirma que fue una interpretación errónea de la investigación neurológica de los siglos XIX y XX, ya que las teorías sobre la función e incluso la importancia de las distintas regiones del cerebro aún estaban en sus primeras fases [4]. También se ha atribuido a Albert Einstein el mérito de explicar su propia brillantez haciendo referencia a la idea del 10%. Sin embargo, no hay constancia oficial de que lo dijera en los Archivos Albert Einstein [5].

Independientemente de su origen, la frase en cuestión existe desde hace muchas décadas [6]. ¿Qué han descubierto los últimos estudios neurobiológicos sobre el uso diario de nuestro cerebro?

Los neurocientíficos pueden evaluar qué partes del cerebro están activas en un momento dado mediante técnicas especiales de imagen, como la tomografía por emisión de positrones (PET) y la resonancia magnética funcional (fMRI). La primera utiliza un compuesto radiactivo que marca el tejido metabólicamente activo [7], mientras que la segunda sigue el recorrido de la sangre oxigenada por las regiones del cerebro [8]. Los aumentos del metabolismo y el oxígeno son, por tanto, indicadores de la actividad neuronal [7] [8] y muestran lo que hace nuestro cerebro en distintas condiciones. Tanto si estamos aprendiendo a resolver rompecabezas [9], «descansando» (es decir, sin hacer nada) [10] o durmiendo [11], las investigaciones indican que las tres partes principales del cerebro están activas en cierta medida a lo largo de un día. El cerebro tiene muchas funciones, como el habla, el aprendizaje y el procesamiento sensorial; el tronco encefálico participa en acciones involuntarias, como el ritmo cardiaco y la respiración; y el cerebelo controla los movimientos musculares y el equilibrio [12].

Además, las distintas regiones del cerebro necesitan comunicarse para procesar información multisensorial, como la vista y el oído simultáneamente, lo que puede implicar a grandes áreas del cerebro [13]. Por ejemplo, cuando se tocan instrumentos musicales, el córtex auditivo primario escucha la música [14], el cerebelo participa en la memorización de secuencias de movimientos [15] y varias zonas del córtex y el subcórtex intervienen en la sincronización [16].

Asimismo, el cerebro trabaja continuamente para remodelarse. Cuando somos bebés, establecemos muchas más conexiones entre neuronas de las necesarias para el funcionamiento de un cerebro adulto, y éstas deben reducirse en un proceso llamado poda sináptica. La poda sináptica se produce rápidamente hasta la pubertad y más lentamente en la edad adulta [17]. Si el 90% del cerebro estuviera continuamente inactivo y, por tanto, fuera innecesario, el neurocientífico Dr. Barry Beyerstein argumentó que el cerebro adulto debería revelar entonces amplios niveles de degradación debido a la poda sináptica, lo que no se ha demostrado que sea el caso [18]. Del mismo modo, las conexiones neuronales que se forman en las distintas áreas cerebrales se «recablean» continuamente en función de nuestras experiencias [19], por lo que, en definitiva, el cerebro es un órgano muy activo.

En resumen, cada vez hay más pruebas que refutan el dicho de que el ser humano sólo utiliza el 10% de su cerebro. Tanto los neurocientíficos [16] como los psicólogos [6] llevan muchos años esforzándose por disipar este mito. Por eso, cuando hoy en día preguntamos a un buscador qué parte de nuestro cerebro utilizamos, los primeros resultados nos informan de que el dicho del 10% es un «neuromito» común. En cambio, los consejos para mejorar la función cerebral están relacionados con la prevención del deterioro mental a medida que envejecemos, como el ejercicio físico y la realización de actividades mentalmente estimulantes (por ejemplo, crucigramas y problemas matemáticos) [20], en lugar de liberar un potencial hasta ahora desaprovechado.

En general, el consenso entre los neurocientíficos es que los humanos utilizamos muchas partes del cerebro en un momento dado, y que las señales se coordinan en múltiples áreas del cerebro a través de nuestras acciones conscientes y subconscientes.

Referencias

  1. James, W. (1907). “The Energies of Men”. The Philosophical Review, vol. 16, no. 1, p. 12.
  2. Campbell, John W. (Spring–Summer 1932). «Invaders from the Infinite». Amazing Stories Quarterly. p. 216.
  3. Carnegie, D. (1936). “How to win friends and influence people”. New York: Simon and Schuster.
  4. Aamodt, S. & Wang, S. (2008). “Welcome to your brain: Why you lose your car keys but never forget how to drive and other puzzles of Everyday Life”. New York: Bloomsbury.
  5. Beyerstein, B.L. (2004). “Do we really use only 10 percent of our brains?”. Scientific American. Scientific American. Available at: https://www.scientificamerican.com/article/do-we-really-use-only-10/ (Accessed: January 3, 2023).
  6. Higbee, K.L. & Clay, S.L. (1998). College Students’ Belief in the Ten-Percent Myth. The Journal of Psychology 132 (5), p. 469-476.
  7. Tai YF & Piccini P (2004). Applications of positron emission tomography (PET) in neurology. Journal of Neurology, Neurosurgery & Psychiatry 75, p. 669-676.
  8. Logothetis, N., Pauls, J., Augath, M., Trinath, T. & Oeltermann, A. (2001). Neurophysiological investigation of the basis of the fMRI signal. Nature 412, p. 150–157.
  9. van Mier, H., Tempel, L.W., Perlmutter, J.S., Raichle, M.E. & Petersen, S.E. (1998). Changes in Brain Activity During Motor Learning Measured With PET: Effects of Hand of Performance and Practice. Journal of Neurophysiology 80(4), p. 2177-2199.
  10. Fransson, P. (2005). Spontaneous low-frequency BOLD signal fluctuations: An fMRI investigation of the resting-state default mode of brain function hypothesis. Human Brain Mapping 26(1), p. 15-29.
  11. McCarley, R.W. & Massaquoi, S.G. (1992). Neurobiological structure of the revised limit cycle reciprocal interaction model of REM cycle control. Journal of Sleep Research 1(2), p. 132-137.
  12. Brain anatomy and how the brain works (2021). Johns Hopkins Medicine. Available at: https://www.hopkinsmedicine.org/health/conditions-and-diseases/anatomy-of-the-brain (Accessed: February 5, 2023).
  13. Alais, D., Newell, F., & Mamassian, P. (2010). Multisensory Processing in Review: from Physiology to Behaviour. Seeing and Perceiving 23(1), p. 3-38.
  14. Hyde, K.L., Peretz, I. & Zatorre, R.J. (2008). Evidence for the role of the right auditory cortex in fine pitch resolution. Neuropsychologia 46(2), p. 632-9.
  15. Penhune, V.B. & Doyon, J. (2005). Cerebellum and M1 interaction during early learning of timed motor sequences. Neuroimage 26(3), p. 801-12.
  16. Zatorre, R.J. & Halpern, A.R. (2005). Mental concerts: musical imagery and auditory cortex. Neuron 47(1), p. 9-12.
  17. Navlakha, S., Barth, A.L. & Bar-Joseph, Z. (2015). Decreasing-Rate Pruning Optimizes the Construction of Efficient and Robust Distributed Networks. PLoS Computational Biology 11(7), e1004347.
  18. Beyerstein, B.L. (1999). «Whence Cometh the Myth that We Only Use 10% of our Brains?», in Sergio Della Sala (ed.). Mind Myths: Exploring Popular Assumptions About the Mind and Brain. Wiley. p. 3–24.
  19. Citri, A. & Malenka, R. (2008). Synaptic Plasticity: Multiple Forms, Functions, and Mechanisms. Neuropsychopharmacology 33, p. 18–41.
  20. 12 ways to keep your brain young (2022). Harvard Health. Available at: https://www.health.harvard.edu/mind-and-mood/12-ways-to-keep-your-brain-young (Accessed: February 11, 2023).
  21. PET/MRI scan (2017). Stanford Medicine Health Care. Available at: https://stanfordhealthcare.org/medical-tests/p/pet-mri-scan.html (Accessed: February 5, 2023).
  22. Huettel, S.A., Song, A.W. & McCarthy, G. (2009). Functional Magnetic Resonance Imaging (2 ed.), Massachusetts: Sinauer.
  23. McRobbie, D.W. (2007). MRI from picture to proton. Cambridge, UK; New York: Cambridge University Press.
  24. Purves, D., Augustine, G.J., Fitzpatrick, D., et al., editors (2001). Neuroscience. 2nd edition. Sunderland (MA): Sinauer Associates. The Auditory Cortex.
  25. Sereno, I. M., Diedrichsen, J., Tachrount, M., Testa-Silva, G., d’Arceuil, H. & De Zeeuw, C. (2020). The human cerebellum has almost 80% of the surface area of the neocortex. PNAS 117(32), p. 19538-19543.
  26. Roberts, P. (1992). Neuroanatomy (3rd ed.). Springer-Verlag. p. 86–92.
  27. Azevedo, F.A.C., Carvalho, L.R.B., Grinberg, L.T., et al. (2009). Equal numbers of neuronal and nonneuronal cells make the human brain an isometrically scaled-up primate brain. Journal of Comparative Neurology 513, p. 532-541.