Salud y Medicina (Health and Medicine ES)
¿Por qué es importante la vacunación prenatal contra la difteria, el tétanos y la tos ferina (DTPa)?

¿Por qué es importante la vacunación prenatal contra la difteria, el tétanos y la tos ferina (DTPa)?

Resumen:

  • Aunque la vacunación prenatal contra la difteria, el tétanos y la tos ferina (DTPa) no es obligatoria, se recomienda.
  • La difteria, el tétanos y la tos ferina son enfermedades muy peligrosas para los niños porque su sistema inmunitario aún no está completamente desarrollado.
  • La vacuna DTPa durante el embarazo es muy eficaz para prevenir estas tres enfermedades durante los dos primeros meses de vida del recién nacido.

Aunque las vacunas son importantes para nuestra salud y seguridad, recibirlas puede resultar desagradable. Sin embargo, es posible que otra persona se las ponga en nuestro lugar y nos evite el pinchazo, al tiempo que nos proporciona todos los beneficios. Desgraciadamente, esto sólo es posible antes de que nazcamos.

La vacuna DTPa es una vacuna combinada contra tres enfermedades diferentes: difteria, tétanos y tos ferina [1]. Aunque en muchos países es obligatorio recibirla en algún momento de la vida, no lo es durante el embarazo. Sin embargo, un médico que esté siguiendo el embarazo podría sugerirla. Por ello, en respuesta a la curiosidad de nuestros lectores, nuestro artículo trata sobre la vacuna DTPa y su aplicación en mujeres embarazadas.

La difteria está causada por una toxina producida por bacterias del género Corynebacterium y afecta sobre todo a niños menores de 15 años. Los síntomas de la difteria pueden empezar a aparecer hasta 10 días después de la infección. Los síntomas más específicos de la difteria incluyen la formación de una pseudomembrana gruesa y de color gris que recubre la garganta, un característico engrosamiento del cuello, a veces referido como «cuello de toro», causado por el aumento de tamaño de los ganglios linfáticos (ganglio linfático) y lesiones en la piel. En casos graves, puede incluso provocar inflamación del corazón y de los nervios. En poblaciones no vacunadas, puede alcanzar una tasa de mortalidad de hasta el 17% [2].

El tétanos también está causado por una bacteria, el Clostridium tetani y sus síntomas pueden aparecer hasta 3 semanas después de la infección. Esta enfermedad provoca espasmos musculares intensos, que suelen empezar en la mandíbula. Incluso cuando se el tétanos se trata, la tasa de mortalidad puede alcanzar el 20% [3].

La tos ferina, también conocida como «tos convulsiva» o «tos de los 100 días», está también causada por una infección bacteriana, en este caso, la Bordetella pertussis. Las fases iniciales de la infección duran unas 2 semanas y son similares a las del resfriado común. Aunque los síntomas terminan ahí en los pacientes vacunados, pueden persistir en los no vacunados durante otras 10 semanas. La tos es tan intensa y persistente que puede provocar vómitos y hasta fracturas de costillas. En los casos más graves puede ser mortal, especialmente para los bebés lactantes [4]. La tos ferina es también el foco principal de la mayoría de los estudios sobre la vacuna DTPa, siendo la más prevalente de las tres enfermedades. Su agente causal es endémico en todos los países y alcanza proporciones epidémicas cada 3 o 4 años. Solo en 2013, fue responsable de la muerte de unos 63.000 niños menores de cinco años [5].

Aunque estas tres enfermedades bacterianas son extremadamente peligrosas para los niños, su infección puede prevenirse fácilmente con vacunas. Desgraciadamente, en EE.UU. o en los países de la Unión Europea la vacuna no puede administrarse a niños menores de 2-3 meses. Además, la inmunidad es de corta duración. Por lo tanto, la vacunación debe realizarse hasta 5 veces durante la infancia y repetirse durante la edad adulta [1, 6]. Sin embargo, durante estos 2-3 meses iniciales, los lactantes son muy susceptibles a estas enfermedades, ya que el 75% de estas infecciones se producen por contacto en el hogar. Para evitarlo, en torno a 2006 se puso en marcha una estrategia denominada «cocooning» en inglés. El «cocooning» se consigue cuando todas las personas que estén en contacto con el recién nacido reciben la vacuna para evitar la transmisión de la enfermedad al bebé [7]. Sin embargo, esto es muy difícil de llevar a cabo, ya que implica la vacunación de muchas personas en proximidad tanto directa como indirecta con el bebé. De hecho, el número de casos de tos ferina en niños menores de 2 meses no cambió significativamente en los años comprendidos entre 2000 y 2010 en EE.UU. a pesar de esta estrategia [8].

Como el problema prevalecía, hubo que explorar otras estrategias. El intercambio de anticuerpos (anticuerpo) entre la madre y el feto es una primera línea de defensa para el recién nacido bien estudiada [9, 10]. De ahí que se probara cómo influye la vacunación de las madres durante distintos periodos de tiempo en ellas y en sus recién nacidos. En un estudio de 2013, los investigadores analizaron a 105 madres vacunadas con la DTPa desde 2 años antes del embarazo hasta el tercer trimestre del mismo. En este estudio, se centraron en los niveles de anticuerpos en las muestras de suero extraídas de la sangre de las madres y de los cordones umbilicales de los bebés. Se demostró que los anticuerpos contra la tos ferina disminuían rápidamente en estas mujeres embarazadas. Por lo tanto, los niveles de anticuerpos no eran suficientes para proteger a los niños cuando se vacunaba a las madres durante el segundo trimestre o antes [11]. Además, en 2017 se realizó un estudio en el que se analizó la información de 775 participantes. En este otro estudio, compararon la aparición de casos de tos ferina en niños entre mujeres no vacunadas y mujeres vacunadas en diferentes momentos de su embarazo. Los resultados de sus estudios muestran una eficacia del 90,5% de la vacuna cuando se administra durante el tercer trimestre del embarazo [12]. En conjunto, estos estudios demuestran que la vacunación durante el tercer trimestre proporciona la mejor protección contra la tos ferina durante los 2 primeros meses de vida del recién nacido [11, 12].

Otros estudios de seguimiento realizados en varios países mostraron un descenso significativo de los casos de tos ferina tras la introducción de la vacuna DTPa a las mujeres durante el embarazo [8, 13, 14]. Otro estudio acumulativo, que recogió información de 1,4 millones de mujeres embarazadas, y que se publicó en 2020, demostró un alto nivel de seguridad de esta vacuna, con sólo una mayor posibilidad de fiebre e inflamación de las membranas fetales para las mujeres vacunadas en comparación con el grupo no vacunado. En definitiva, la relación beneficio-riesgo de esta vacuna es muy positiva [15].

En conclusión, todos estos resultados demuestran que la vacuna DTPa es extremadamente útil en cada etapa de nuestra vida. No sólo es crucial para nuestra propia protección, sino también para los recién nacidos, incluso antes de su llegada. Después de todo, aunque no sea obligatorio aceptar la vacuna DTPa durante el embarazo, al menos merece la pena considerarlo.

Referencias:

  1. Centers for Disease Control and Prevention, ‘DTaP (Diphtheria, Tetanus, Pertussis) Vaccine: What You Need to Know’, Aug. 2021.
  2. N. C. Sharma, A. Efstratiou, I. Mokrousov, A. Mutreja, B. Das, and T. Ramamurthy, ‘Diphtheria’, Nat Rev Dis Primers, vol. 5, no. 1, p. 81, Dec. 2019, doi: 10.1038/s41572-019-0131-y.
  3. E. Rhinesmith and L. Fu, ‘Tetanus Disease, Treatment, Management’, Pediatr Rev, vol. 39, no. 8, pp. 430–432, Aug. 2018, doi: 10.1542/pir.2017-0238.
  4. V. T. N. Nguyen and L. Simon, ‘Pertussis: The Whooping Cough’, Primary Care: Clinics in Office Practice, vol. 45, no. 3, pp. 423–431, Sep. 2018, doi: 10.1016/j.pop.2018.05.003.
  5. WORLD HEALTH ORGANIZATION, ‘Pertussis vaccines: WHO position paper – August 2015’, Geneva, Aug. 2015. Accessed: May 14, 2023. [Online]. Available: https://apps.who.int/iris/rest/bitstreams/959578/retrieve
  6. European Centre for Disease Prevention and Control, ‘Pertussis: Recommended vaccinations’, Vaccine Scheduler, May 2023. https://vaccine-schedule.ecdc.europa.eu/Scheduler/ByDisease?SelectedDiseaseId=3&SelectedCountryIdByDisease=-1 (accessed May 14, 2023).
  7. C. M. Healy, M. A. Rench, and C. J. Baker, ‘Implementation of Cocooning against Pertussis in a High-Risk Population’, Clinical Infectious Diseases, vol. 52, no. 2, pp. 157–162, Jan. 2011, doi: 10.1093/cid/ciq001.
  8. T. H. Skoff, L. Deng, C. H. Bozio, and S. Hariri, ‘US Infant Pertussis Incidence Trends Before and After Implementation of the Maternal Tetanus, Diphtheria, and Pertussis Vaccine’, JAMA Pediatr, Apr. 2023, doi: 10.1001/jamapediatrics.2022.5689.
  9. A. Malek, R. Sager, P. Kuhn, K. H. Nicolaides, and H. Schneider, ‘Evolution of Maternofetal Transport of Immunoglobulins During Human Pregnancy’, American Journal of Reproductive Immunology, vol. 36, no. 5, pp. 248–255, Nov. 1996, doi: 10.1111/j.1600-0897.1996.tb00172.x.
  10. M. Firan et al., ‘The MHC class I-related receptor, FcRn, plays an essential role in the maternofetal transfer of γ-globulin in humans’, Int Immunol, vol. 13, no. 8, pp. 993–1002, Aug. 2001, doi: 10.1093/intimm/13.8.993.
  11. C. M. Healy, M. A. Rench, and C. J. Baker, ‘Importance of Timing of Maternal Combined Tetanus, Diphtheria, and Acellular Pertussis (Tdap) Immunization and Protection of Young Infants’, Clinical Infectious Diseases, vol. 56, no. 4, pp. 539–544, Feb. 2013, doi: 10.1093/cid/cis923.
  12. T. H. Skoff et al., ‘Impact of the US Maternal Tetanus, Diphtheria, and Acellular Pertussis Vaccination Program on Preventing Pertussis in Infants <2 Months of Age: A Case-Control Evaluation’, Clinical Infectious Diseases, vol. 65, no. 12, pp. 1977–1983, Nov. 2017, doi: 10.1093/cid/cix724.
  13. K. Maertens, R. N. Caboré, K. Huygen, N. Hens, P. Van Damme, and E. Leuridan, ‘Pertussis vaccination during pregnancy in Belgium: Results of a prospective controlled cohort study’, Vaccine, vol. 34, no. 1, pp. 142–150, Jan. 2016, doi: 10.1016/j.vaccine.2015.10.100.
  14. V. Romanin et al., ‘Maternal Vaccination in Argentina: Tetanus, Diphtheria, and Acellular Pertussis Vaccine Effectiveness During Pregnancy in Preventing Pertussis in Infants <2 Months of Age’, Clinical Infectious Diseases, Mar. 2019, doi: 10.1093/cid/ciz217.
  15. S. Vygen-Bonnet et al., ‘Safety and effectiveness of acellular pertussis vaccination during pregnancy: a systematic review’, BMC Infect Dis, vol. 20, no. 1, p. 136, Dec. 2020, doi: 10.1186/s12879-020-4824-3.