Las teorías conspirativas relacionadas con la pandemia del virus SARS-CoV-2 son omnipresentes y parecen extenderse a un ritmo incluso mayor que el propio virus. Una rama de estas teorías trata de establecer un vínculo entre la pandemia y la próxima generación de infraestructuras de comunicación móvil: la 5G. Esto ha dado lugar a varios ataques contra antenas de radio 5G en el Reino Unido, incluida una que daba cobertura a un hospital cercano.

De estas teorías conspirativas se desprenden tres afirmaciones:

1.       El SARS-CoV-2 se transmite directamente por las ondas de radio 5G.
2.       Las ondas de radio 5G causan inmunosupresión y hacen que las personas sean más vulnerables al SARS-CoV-2.
3.       El SARS-CoV-2 no es real y los síntomas que la gente está experimentando son causados por las ondas de radio 5G.

La primera afirmación es fuertemente rechazada por los científicos, ya que carece de toda base en las ciencias naturales. Las antenas 5G emiten ondas de radio para comunicarse con los teléfonos móviles. Estas ondas son una especie de luz de muy baja energía y no objetos microscópicos como los virus. Ambos son claramente diferentes en muchos aspectos; por ejemplo, las ondas de radio pueden atravesar las paredes, mientras que los virus son detenidos incluso por una mascarilla.

El impacto de las ondas de radio 5G en el sistema inmunitario -como se propone en la segunda afirmación- ha sido estudiado por varios investigadores y con distintos enfoques. En general, no se encontró ningún efecto inmunosupresor [1]. Además, se demostró que las ondas de radio 5G provocan la activación de algunas células inmunitarias, como las células T y las células asesinas naturales [2, 3, 4]. Queda por estudiar cómo afecta esto al sistema inmunitario en general.

La tercera afirmación – que los síntomas de la COVID-19 (la enfermedad causada por el virus del SARS-CoV-2) son inducidos por las ondas de radio 5G- parece ser la más popular de las tres. Sin embargo, esta afirmación también carece de pruebas científicas y es rechazada tanto por los gobiernos como por los científicos. Esto se debe principalmente a que las ondas de radio transportan muy poca energía y no pueden causar daños a los organismos de la misma manera que la radiación gamma o la luz ultravioleta. Sin embargo, hay que tener en cuenta que la investigación sobre el efecto de las ondas de radio 5G en la salud humana es considerada como no totalmente concluyente por algunos investigadores [5] y órganos políticos como el Parlamento Europeo [6]. Sin embargo, ningún estudio ha constatado que las ondas de radio 5G provoquen síntomas similares a los de la COVID-19 (tos seca, fiebre y cansancio).